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viernes, 23 de diciembre de 2011

Fósiles chinos desvelan el origen evolutivo de los animales de una célula


Fósiles chinos desvelan el origen evolutivo de los animales de una célula

Fósiles
Foto: UNIVERSIDAD DE BRISTOL
MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
   Los fósiles de un nuevo estudio, publicado en 'Science', conservan las fases del ciclo de vida de un organismo parecido a una ameba dividiéndose en ciclos asexuales, en primer lugar para producir 2 células, luego 4, 8, 16, 32 y así sucesivamente, resultando en cientos de miles de esporas, por lo que podría desvelar el origen evolutivo de los animales de una sóla célula.
   Según han explicado los expertos, el patrón de la división celular es tan similar a las primeras etapas embriológicas de los animale (incluyendo humanos) que en un comienzo se pensaba que representaban a los embriones de los primeros animales.
   Los investigadores estudiaron los fósiles microscópicos utilizando rayos X de alta energía en la Swiss Light Source, en Suiza, revelando la organización de las células dentro de las paredes del quiste de protección. Los organismos no debían haberse fosilizado --no eran más que grupos pegajosos de células-- pero fueron enterrados en sedimentos ricos en fosfato, que impregnaron las paredes celulares convirtiéndolos en piedra. Según la autora principal, Teresa Huldtgren, "los fósiles son tan impresionante que incluso sus núcleos se han conservado".
   El coautor del estudio, John Cunningham, ha explicado que "se ha utilizado un acelerador de partículas llamado sincrotrón como fuente de rayos X, lo que nos permitió realizar un modelo informático perfecto de los fósiles mediante el que se los podía cortar en cualquier forma que se deseara, pero sin dañar el fósil de ninguna manera". "Nunca se podría haber estudiado estos fósiles de otra manera", ha apuntado.
   El microscopio de rayos X reveló que los fósiles tenían características que los embriones multicelulares no poseen, y esto llevó a los investigadores a la conclusión de que los fósiles no eran ni animales ni los embriones, sino más bien esporas reproductivas de ancestros unicelulares de animales.
   El profesor Philip Donoghue ha señalado que estos resultado "han sorprendido mucho, puesto que se ha creído durante mucho tiempo que estos fósiles representan a los embriones de los primeros animales". Además, el profesor Stefan Bengtson ha añadido que "estos fósiles obligan a replantearse las ideas sobre cómo los animales desarrollaron grandes cuerpos a partir células".
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Los mayas, ¿primeros colonizadores de Estados Unidos?


La ciudadela tiene 1.100 años de antigüedad, y podría ser Yupaha, la misma que el explorador Hernando de Soto buscó en 1540.

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Plano en 3D de la ciudad maya descubierta | Examiner
LIBERTAD DIGITAL 2011-12-23
Arqueólogos estadounidenses han descubierto las ruinas de una antigua ciudad maya en las montañas del estado de Georgia (EEUU).
La ciudadela tiene unos 1.100 años de antigüedad y se cree que los mayas la construyeron al huir de las guerras, erupciones volcánicas, sequías y hambrunas que azotaban Centroamérica.
Se cree que la ciudad descubierta sería Yupaha, la misma que el explorador español Hernando de Soto buscó en vano en 1540. Hasta ahora, los arqueólogos han desenterrado 154 paredes y andenes. Además, han descubierto un sofisticado sistema de irrigación.
Según apunta Examineren 1999, el arqueólogo de la Universidad de Georgia y el director del LAMAR Institute,Mark Williams, dirigió un estudio en el Monte Kenimer, situado al sureste de Brasstown Bald, en el Valle Nacoochee (Georgia). Los lugareños de la aldea cercana –Sautee- conocían la existencia de una especie de montaña piramidal con cinco partes bien diferenciadas.
Williams describió que se trataba de una 'montaña' arcillosa que había sido esculpida en torno al año 900 d.C.. Entonces, Williams no se atrevió a asignar el monumento a los mayas.
Un año después, el ingeniero jubilado Cary Waldrup instó a los servicios forestales de Estados Unidos a que contrataran al arqueólogo Johannes Loubser para estudiar el hallazgo.
Loubser bautizó al yacimiento arqueológico como 9UN367, y señaló que este tipo de hallazgos sólo se encuentran en Centroamérica y en Sudamérica. Los investigadores contactaron con pueblos indígenas de la zona, y compararon su lenguaje y sus cerámicas con los de la cultura maya, encontrando numerosas similitudes.
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