El proyecto arqueológico de excavación del templo funerario de Tutmosis III en Luxor (Egipto), dirigido por la egiptóloga española Myriam Seco, lleva halladas más de 6.000 piezas desde que, en 2008, empezaron los trabajos para empezar a recuperar el monumento, tarea que llevará más de veinte años.
Esta arqueóloga, que dirige junto a Attia Radwan este proyecto español de colaboración con el Ministerio de Antigüedades egipcio, ha presentado hoy los avances en las excavaciones de este templo de uno de los faraones más importantes, considerado como el Napoleón egipcio, dentro del III Seminario de Arqueología de la Fundación Tres Culturas, en Sevilla.
Este proyecto de excavación y restauración del templo de Tutmosis III, en la orilla oeste de Luxor, comenzó en 2008 fruto de la cooperación entre ese ministerio egipcio y la Academia de Bellas Artes de Sevilla, y está financiado por Cepsa y la Fundación Botín.
En declaraciones a Efe, la egiptóloga sevillana que trabaja desde 1995 en Egipto y vive allí desde 1998, ha afirmado que en estos años de trabajo su "mayor satisfacción" ha sido "ver cómo un monumento que no existe, resurge de la arena, que lo cubría por completo".
Ha explicado que Tutmosis III (1490/68-1436 a.C.) "era uno de los faraones más importantes de Egipto en la XVIII Dinastía y, siendo el templo de un personaje tan importante, sorprende que estuviera abandonado y nadie hubiera trabajado en él desde los años 30".
Con su excavación y restauración, en la que trabajan 130 obreros locales más una treintena de especialistas, en su mayoría españoles pero también egipcios, libaneses, japoneses o canadienses, esperan "obtener muchos datos de esta época egipcia tan importante".
La directora del proyecto ha dicho que el abandono del yacimiento ha sido, "en parte, una suerte, pues hay muchas cosas por investigar y recuperar", y así están viendo, "poco a poco, cómo van saliendo las estructuras arquitectónicas del templo y va recobrando vida".
A su juicio, es "fundamental hacer campañas largas al ser una gran extensión, con lo que un mes resultaría muy poco", y ha resaltado que gracias a la financiación que tienen trabajan tres meses cada año y han "iniciado no sólo las restauraciones, sino la conservación y restauración de los elementos" que están excavando.
Según Seco, el objetivo es hacer un museo al aire libre "para que el turista pueda visitar el yacimiento, entender cuál era su planta y ver in situ todos los restos, pues es un templo muy rico, con muchísimos relieves".
Hasta ahora han sacado más de 6.000 fragmentos, que están documentando y epigrafiando "con la idea de poder remontar alguna de sus paredes" y, a largo plazo, "presentar los restos encontrados de la mejor manera para que el visitante pueda entender el conjunto".
Ha precisado que se necesita "mucho dinero y como mínimo veinte años para excavarlo totalmente, documentarlo y restaurarlo", y ha destacado como una iniciativa pionera en España la colaboración que han impulsado con la Universidad de Granada para que estudiantes españoles hagan prácticas en el yacimiento y también impartir cursos de formación práctica y técnica a arqueólogos egipcios.
En la campaña 2011, desde septiembre hasta las navidades, quieren hacer una prospección con georradar en la zona del embarcadero y también en la de la carretera que divide al templo y que pasa por encima del que era su patio, pues ésta "nunca ha sido excavada".
Ya han restaurado la rampa de acceso, mientras que seguirán excavando los pozos encontrados y las tumbas que hay debajo del templo, y con los trabajos en el muro perimetral para continuar con la restauración de la esquina sureste y la zona del pilono (fachadas de entrada), además de empezar a reconstruir informáticamente una de las paredes para luego levantarla con piezas originales.
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