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jueves, 14 de julio de 2011

El CSIC halla en Egipto ochenta estatuillas de barro del ajuar funerario de un sacerdote

Al hallazgo de las estatuillas se unen otros descubrimientos fruto de diez años de campañas en Luxor. CSIC

Momia del arquero Iqer, la tumba intacta de un arquero de hace 4.000 años descubierta en Luxor. EFE

Relieves tallados en la pared de una de las tumbas.

Imagen de la diosa Knut en la tumba del arquero Iquer

R. R. Redacción

Son ya diez años de campañas y todavía se siguen sacando a la luz nuevos tesoros del antiguo Egipto que permanecían ocultos bajo tierra. El último legado del proyecto Djehuty, liderado por el investigador del CSIC José Manuel Galán, ha sido un depósito de más de 80 figurillas de barro pintadas de unos 3.000 años de antigüedad, localizadas en las proximidades de la ciudad de Luxor, en la antigua Tebas. La última campaña, interrumpida por la revuelta popular que vivió Egipto, también desveló la existencia de un cementerio de animales de la época grecorromana.

Las estatuillas, denominadas shabtis, pertenecieron probablemente al ajuar funerario de un sacerdote y tenían como fin acompañar al difunto en el más allá. Los habitantes del paraíso debían trabajar en los campos de cultivo arando y abriendo canales de regadío, y esa labor quedaba encomendada a las figurillas de terracota que fueron soterradas junto al difunto. No en vano, las estatuillas, que tienen unos quince centímetros de altura, sostienen dos azadillas para labrar y portan en la espalda un pequeño saco de semillas.

El nombre del propietario de las figuras aparece inscrito en vertical sobre sus piernas juntas y estiradas. Se trata de Su-en-amon, quien vivió durante la dinastía XXI, hacia el año 1000 antes de Cristo. Su nombre está en todas las figuras que los arqueólogos descubrieron durante las excavaciones al suroeste de la entrada a la tumba de Djehuty, el supervisor del tesoro y de los trabajos artesanos de la reina Hatshepsut, una de las pocas mujeres faraón del antiguo Egipto.

«Esta hallazgo nos está indirectamente indicando que la zona está muy poco alterada desde la época antigua, hace al menos 3.000 años, y que los ladrones y egiptólogos del siglo XIX y principios del XX que pasaron por aquí no tocaron el terreno. A medida que profundicemos en la excavación nos esperan estratos más antiguos en relativo buen estado», según explicó José Manuel Galán durante la presentación del hallazgo, en un acto en el que participó la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo. Otro de los descubrimientos fue un gran santuario y cementerio animal de la época grecorromana. Además de las momias, los arqueólogos localizaron restos de vasija de cerámica y dos grafitis.

Tomado de:

http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2011/07/13/0003_201107G13P38991.htm

El primer palacio ibero descubierto en Andalucía

El primer palacio ibero descubierto en Andalucía

Foto: Manuel Cuevas | Vídeo: Efe

Plano general del yacimiento arqueológico de Puente Tablas. | Manuel Cuevas

Plano general del yacimiento arqueológico de Puente Tablas. | Manuel Cuevas

  • El edificio tenía unos 400 metros cuadrados, con una planta en forma de ele
  • Estaba estructutrado alrededor de un patio central de piedra y madera
  • Tenía una zona privada, con habitaciones, y otra pública, abierta a visitas

Las últimas excavaciones realizadas en el 'oppidum' -zona elevada- del yacimiento ibero de Puente Tablas (Jaén), uno de los principales de esa época existentes en la comunidad andaluza, han sacado a la luz el palacio de la ciudad, convirtiéndose en el primer palacio ibero excavado en Andalucía.

Según ha explicado el director del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica, Arturo Ruiz, se trataba de un edificio de unos 400 metros cuadrados, con una planta en forma de ele, dividido en cuatro partes, y con una zona con un patio central que distribuye varias habitaciones alrededor.

Una de las partes de edificio era la pública, donde el aristócrata recibía a sus clientes, y otra era la privada, "la de la mujer y de la familia", que tuvo además una segunda planta. Además, había una zona de culto, con un pequeño santuario y una zona de producción de aceite o vino.

Una ánfora. | M.C.

Una ánfora. | M.C.

Elementos arquitectónicos importantes

Según la fuente, no se han encontrado mucho materiales pero sí elementos arquitectónicos muy importantes, que permiten saber que el agua del patio se sacaba del edificio a través de un canal. Uno de los elementos que más ha sorprendido es un patio de columnas con la base de piedra y el resto de madera, y se han encontrado revoco de paredes pintadas en estuco rojo.

Desde que fuera descubierto a principios de los años setenta, el yacimiento de Puente Tablas, integrado en la Red de Espacios Culturales de Andalucía (RECA) junto a los enclaves jienenses de La Villa Romana de Bruñel y Cástulo, ha sido objeto de diversas campañas de excavación, las cuales han puesto al descubierto más de 6.500 metros cuadrados de restos arqueológicos.

Estos restos se remontan a la Edad del Bronce, aunque no fue hasta el siglo VII antes de Cristo cuando se construye una potente fortificación y se dispuso la urbanización del poblado, que se mantuvo en los siglos siguientes pasando las casas de planta circular a ser cuadradas y pavimentadas.

Se trata de un asentamiento de tipo medio, del siglo IV antes de Cristo en el que pudieron vivir unos 743 habitantes y que se encuentra en el término municipal de Jaén, al noreste de la ciudad, a unos 7 kilómetros de distancia, y en él se conservan restos desde la Edad del Bronce hasta la época islámica.

Tomado de:

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/04/andalucia/1309776395.html

Descubren en Orce fósiles de un nuevo búfalo asiático de 1,5 millones de años

En 1990, en el yacimiento de Venta Micena, en Orce, se encontró un fragmento craneal siglado como VM 9000 que, con una antigüedad de 1,5 a 1,6 millones de años, presentaba una anatomía desconocida entre los bóvidos europeos del Cuaternario. Han sido necesarios 20 años de investigaciones hasta dar con su adscripción final a una extraña especie de búfalo denominada Hemibos aff. gracilis. Pertenece al género Hemibos, antecesores de los búfalos de agua, de cuyas hembras se extrae la leche con la que se fabrica el famoso queso de mozzarella.

El fragmento craneal descubierto en Orce conservaba gran parte de los huesos frontales y parte del parietal; el resto había sido consumido o destruido por la hiena gigante Pachycrocuta brevirostris. Su adscripción a la especie de búfalo denominada Hemibos aff. gracilis ha sido posible después de diversas comparaciones y muchos kilómetros de viaje a lo largo de Europa, África y Asia, para poder estudiar distintos fósiles.

Así se recoge en la prestigiosa revista Quaternary International, que acaba de publicar en su web un artículo titulado "Presence of the Asian origin Bovini, Hemibos sp. aff. Hemibos gracilis and Bison sp., at the early Pleistocene site of Venta Micena (Orce, Spain)", firmado por Bienvenido Martínez-Navarro, profesor de investigación ICREA (Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats) adscrito al IPHES (Institut Català de Paleoeoclogia Humana i Evolució Social); Sergio Ros-Montoya y Mª Patrocinio Espigares, ambos paleontólogos del Museo de Prehistoria y Paleontología de Orce, y Paul Palmqvist, catedrático de Paleontología de la Universidad de Málaga.

Los búfalos son rumiantes de gran tamaño, del grupo de los bóvidos, y acostumbran a ser muy abundantes en la mayoría de las asociaciones fósiles. Por ello, Venta Micena, el yacimiento por excelencia de Orce, de una edad próxima a 1,5-1,6 millones de años, no es una excepción, pero jamás se habían identificado en ese lugar restos de la especie Hemibos aff. gracilis. “Es un espectacular hallazgo realizado por nuestro equipo –apunta Bienvenido Martínez-Navarro-, puesto que se trata de un tipo de búfalo que habitó la cuenca de Guadix-Baza durante el Pleistoceno inferior y del que no se tenía constancia en nuestro continente”.

El búfalo descubierto corresponde a una especie de tamaño más pequeño que el de los bisontes, también presentes en Venta Micena, que habitaba en zonas arboladas, y debía de pesar aproximadamente unos 350-450 kg.

“Su localización en Venta Micena es muy interesante, tanto a nivel científico, como por la larga historia que hay tras su investigación y determinación definitiva”, añade el mismo investigador del IPHES, puesto que en diversas ocasiones se había variado su asignación a una especie.

“Se ha podido observar que VM 9000 solapa anatómicamente con las formas chinas de Longdan pertenecientes a una especie descrita en 2004 por el profesor Qui, del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de Pekín, y colaboradores, llamada Hemibos gracilis. Por lo tanto, o es la misma especie o se trata de una muy próxima”, comenta Bienvenido Martínez-Navarro.

Para este paleontólogo, “esto es una nueva prueba de que a lo largo de las latitudes medias del continente eurasiático hubo importantes conexiones faunísticas durante el Pleistoceno y que la Península Ibérica no era un territorio aislado, como se ha argumentado en reiteradas ocasiones”.

El género Hemibos, probable ancestro de los actuales búfalos de agua asiáticos, de cuyas hembras se extrae la leche con la que se fabrica el famoso queso llamado mozzarella, ha sido localizado en épocas más recientes en torno a los 700.000 años, en forma de una especie de mayor tamaño y con una anatomía mucho más evolucionada que la de Venta Micena, llamada Hemibos galerianus, en la Península italiana, junto a Roma.

“Este hallazgo, como todos los precedentes, revaloriza aún más el extraordinario patrimonio paleontológico de Venta Micena, que sigue y va a seguir proporcionando nuevos y muy importantes datos sobre el registro de las faunas cuaternarias en Europa”, concluye el investigador del IPHES. (Fuente: IPHES)


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El dibujo más antiguo de un faraón egipcio

El dibujo más antiguo de un faraón egipcio

Bajorrelive encontrado cerca de Asuán.|Ministerio de Antigüedades de Egipto

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Bajorrelive encontrado cerca de Asuán.|Ministerio de Antigüedades de Egipto

Un testimonio pétreo del prólogo de la fascinante civilización egipcia. Cinco mil años después, en las proximidades de Asuán -a unos 800 kilómetros de El Cairo- arqueólogos estadounidenses e italianos han descubierto tallada en una roca una inscripción con el dibujo más antiguo de un rey egipcio.

Según el mediático ministro de Antigüedades egipcio, Zahi Hawas, el monarca, que lleva una corona blanca del Alto Egipto, pertenece a la llamada Dinastía cero (3.200-3.000 a.C.), un período que asistió a un complejo proceso de unificación política hasta la creación del estado y el nacimiento de la primera dinastía.

El hallazgo incluye una serie de jeroglíficos, cuya escritura surgió por aquel entonces, y las primeras estampas de una celebración real -que es exactamente igual que la conocida en las diferentes épocas faraónicas-, declaró en un comunicado Hawas, que se encuentra esta semana en Perú participando en la segunda conferencia de países que litigan aún por recuperar su patrimonio expoliado.

En el bajorrelieve, el faraón lleva una corona y está escoltado por fieles de Horus (dios celeste, iniciador de la civilización egipcia y símbolo de la zona fértil del valle del Nilo) o una comitiva real. También están representadas escenas de enfrentamientos, celebraciones en barcas, símbolos del poder político y animales.

El hallazgo se produjo en la zona de Al Hamdulab, al noroeste de la ciudad de Asuán. A juicio de la arqueóloga María Carmela Gato, directora de la misión, el descubrimiento es "una actualización o finalización de los trabajos" llevados a cabo en la orilla oeste del río Nilo. El páramo está repleto de dibujos e inscripciones antiguas, muchas de las cuales aún no han sido reveladas.

Gato considera que la importancia del descubrimiento se encuentra en su composición. Esta pieza del arte rupestre de la época predinástica "representa una procesión de barcas supervisada por el rey acompañado de dos abanderados, un cortesano y un perro". Y muestra similitudes con las escenas talladas en la paleta de Narmer, una placa de pizarra que algunos estudiosos consideran el icono de la unificación del Alto y Bajo Egipto y uno de los vestigios de Nejen, la capital del sur.

Tomado de:

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/04/ciencia/1309802273.html