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viernes, 9 de diciembre de 2011

Nuevo hallazgo en Stonehenge reafirma que fue un sitio de adoración al sol


Arqueólogos hallaron dos enormes fosas en el área, usadas para marcar el solsticio de verano.
por P. Lazcano
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No usaron palas, picotas ni pinceles. Sino tecnología. Aplicando técnicas no invasivas, como un radar de pe- netración de suelo e imágenes geofísicas (que permiten advertir anomalías bajo el suelo sin excavar), un equipo de la U. de Birmingham (Reino Unido) y del Instituto Ludwig Boltzmann de Viena, descubrió dos enormes fosas colocadas en una alineación especial en Stonehenge, en lo que se considera la excavación arqueológica virtual más grande jamás hecha en el lugar.
Las fosas están ubicadas en el extremo este y oeste de la llamada vía Cursus, una zanja de, aproximadamente, tres kilómetros de largo, que bordea al colosal monumento y que fue hecha entre los años 3630 y 3375 a. C., varios cientos de años antes que los bloques de piedra, erigidos en el año 3000 a.C.
Los pozos miden cinco metros de largo y un metro de profundidad y fueron hechos como parte de una ruta procesional utilizada por los agricultores, para celebrar el paso del sol a través del cielo durante el solsticio de verano.
Según los arqueólogos, pudieron haber estado revestidos de piedras y contener postes de madera. "Es la primera vez que hemos visto algo parecido a esto en Stonehenge", dijo Vince Gaffney, líder del proyecto y arqueólogo de la U. de Birmingham.
La hipótesis ganó más peso cuando los investigadores midieron la distancia entre las dos fosas. Descubrieron que los rayos solares llegan exactamente a la mitad del camino al mediodía, cuando el sol da directamente encima de Stonehenge. Calculan que caminando desde una de ellas en dirección a la otra en una procesión y partiendo al amanecer, una persona llega a la mitad de la ruta al mediodía, cuando el sol se encuentra en su punto más alto.
Nuevos descubrimientos
De acuerdo con los investigadores, la presencia de las fosas sugieren que el área de Stonehenge ya funcionaba como un lugar de peregrinación religiosa o espiritual antes de que comenzara la construcción del enigmático círculo de piedra.
El equipo está convencido de que el proyecto producirá nuevos descubrimientos. "Nuestro conocimiento de los paisajes que alguna vez existieron alrededor de Stonehenge está creciendo dramáticamente", dijo Paul Garwood, profesor de prehistoria de la U. de Birmingham, quien también participó del hallazgo.
Rituales de amanecer
Además de las fosas, Gaffney y sus colegas hallaron otro hoyo previamente no detectado en el centro de la parte norte del movimiento de tierras erosionada que define los lados de los Cursus. Proponen que líderes ceremoniales entraron el Cursus a través de esa brecha y luego se reunieron en la fosa oriental para llevar a cabo rituales al amanecer. En el transcurso del día, los participantes en los rituales pueden haber caminado al oeste, terminando en la fosa este al atardecer.

Paisaje Escondido

El descubrimiento de estas dos fosas es parte del Proyecto Stonehenge Paisaje Escondido, que se inició en 2010 utilizando las últimas técnicas de imágenes geofísicas que permiten revelar y recrear visualmente el extraordinario paisaje prehistórico que rodea Stonehenge. Con estas técnicas estudiarán cerca de 14 kilómetros de la zona. El proyecto está liderado por la U. de Birmingham y el Instituto Ludwig Boltzmann de Viena.
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Desentierran la casa de una bruja del siglo XVII


Hace cuatro siglos en la misma zona ocurrió el juicio de brujas de Pendle.
Cerca de la misteriosa colina de Pendle (Reino Unido), donde abundan los cielos plomizos y las leyendas de maleficios, un grupo de ingenieros ha desenterrado una casa del siglo XVII que podría haber pertenecido a una auténtica bruja. Arqueólogos e historiadores la describen como la tumba de Tuntakamón de la brujería.
En su interior, entre maleza y paredes de ladrillo, encontraron una cámara secreta con un gato momificado. Los expertos creen que el gato fue enterrado vivo para proteger a los habitantes de la casa y sospechan que la vivienda perteneció a una de las brujas de Pendle, donde tuvo lugar uno de los juicios por brujería más impactantes de la historia inglesa.
En 1612 once mujeres de los poblados aledaños a Pendle fueron acusadas del asesinato de diez personas a través de la hechicería. Nueve de ellas fueron ahorcadas, otra murió en la cárcel y sólo una fue declarada inocente.
Entre los cargos también se incluía el infanticidio y el canibalismo. Para entonces, la región se había forjado una imagen de lugar maldito donde se podían encontrar todo tipo de brebajes y donde se podía contratar rituales para conquistar un amor esquivo o para acelerar la muerte de un vecino.

La tumba de Tutankamón de la brujería

Simon Entwistle, experto en las brujas de Pendle, le comentó a la BBC que: "En términos importancia el hallazgo de la casa es como descubrir la tumba de Tutankamón de la brujería".
"En 1612 once mujeres de los poblados aledaños a Pendle fueron acusadas del asesinato de diez personas a través de la hechicería. Nueve de ellas fueron ahorcadas"
"Estamos a pocos meses de los 400 años de los juicios de las brujas de Pendle y nos hemos encontrado estas ruinas justo en el corazón del país de las brujas. Esta casa bien podría ser la famosa Torre de Malkin, la casa de una de las brujas enjuiciadas", detalla el experto.
En Malkin vivía Elizabeth Southerns, también conocida como Demdike, que a sus ochenta años tenía fama de bruja porque, entre otras cosas, se dedicaba a vender bebedizos y amuletos con propiedades medicinales.
La práctica era común en la región y se vestía como hechicería o brujería. De hecho, las acusaciones venían de otros vecinos y "brujas" que se dedicaban al mismo negocio.

Las huellas del gato y del pasado

Para los ingenieros de la firma United Utilities que descubrieron la casa, el hallazgo no dejaba de ser algo previsible en su trabajo hasta que encontraron el gato momificado dentro de dos capas de ladrillo. Inmediatamente llamaron a un grupo de arqueólogos.
"En cuanto comenzamos a excavar encontramos la parte superior de las puertas. Sabíamos que estábamos en algo especial. El edificio es un microcosmos de la subida y la caída de esta área, desde la época de las brujas de Pendle a la era industrial. Hay diferentes capas de la historia local", comentó a la BBC Frank Giecco del equipo de arqueólogos.
Dentro de la casa también se encontró una vajilla victoriana, un baño de estaño y una cama.
Además del gato dentro de la casa se ha encontrado una cocina amplia del siglo XIX con una vajilla victoriana, un baño de estaño y una cama.
Mientras se examinan los detalles de la construcción y su relación con las brujas de Pendle, las obras han sido suspendidas.
La región de bosques tupidos y colinas misteriosas se ha ido transformando con los años: comienzan a pulular casas modernas y carreteras. Lo que subsiste, a pesar de los siglos, es el escalofrío que producen los chistes y las leyendas de brujas que todavía se cuentan en la zona.
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Hace 77.000 años, los humanos ya usaban ropa de cama, colchones y repelentes de insectos


Un equipo internacional de arqueólogos ha descubierto camas de plantas preservadas y evidencias del uso de plantas repelentes de insectos de hace 77.000 años en un refugio de piedra en el sur de Africa.
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Imagen de las excavaciones
Diccionario Inteligente
8 Diciembre 11 - Madrid - Ep
Este descubrimiento, que se remonta 50.000 años más que los informes anteriores sobre ropa de cama conservada, ofrece una fascinante visión de las prácticas de comportamiento de los primeros humanos modernos en Africa.

El equipo, dirigido por el profesor Lyn Wadley, de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, en colaboración con Christopher Miller, de la Universidad de Tübingen, en Alemania, Christine Sievers y Marion Bamford también de Witwatersrand, y Pablo Goldberg y Francesco Berna de la Universidad de Boston en Estados Unidos, han descrito el descubrimiento en la revista científica 'Science'.

La ropa de cama antigua fue descubierta durante excavaciones en Sibudu, un refugio de roca en la provincia de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), donde Lyn Wadley, profesor de la Universidad de Witwatersrand, ha estado excavando desde 1.998. Por lo menos 15 capas diferentes contienen ropa de cama, de entre 77.000 y 38.000 años.

La ropa de cama se compone de capas de varios centímetros de espesor de tallos y hojas compactas de juncos, que se extienden durante, al menos, un metro cuadrado y un máximo de tres metros cuadrados en el área excavada. Christine Sievers, de la Universidad de Witwatersrand, identificó núculas de varios tipos de juncos utilizados en la construcción de dicha ropa de cama.

La ropa de cama, que se encuentra muy bien conservada, consiste en una capa de tallos de juncos y hojas fosilizados cubiertos por una capa delgada de hojas, identificadas por el botánico Marion Bamford como pertenecientes al Cryptocarya woodii; las hojas de este árbol contienen químicos insecticidas, adecuados para repeler a los mosquitos.

La selección de estas hojas para la construcción de camas sugiere que los primeros habitantes de Sibudu tenían un gran conocimiento de las plantas que rodean el refugio, y estaban al tanto de sus usos medicinales. Según Lyn Wadley, "los antiguos habitantes recogían juncos en el río uThongathi, situado justo debajo del lugar, y disponían las plantas en el suelo de la vivienda. La ropa de cama no se utilizaba sólo para dormir, sino que, además, proporcionaba una superficie cómoda para la vida y el trabajo".

El análisis microscópico de la ropa de cama, dirigido por Christopher Miller, profesor de Geoarqueología de la Universidad de T~bingen, sugiere que los habitantes reformaron la ropa de cama repetidamente durante el curso de la ocupación. El análisis microscópico demostró que los habitantes de Sibudu quemaban la ropa de cama después de su uso. "Se quemaba la ropa de cama usada posiblemente como una forma de eliminar las plagas", explica Miller.

La ropa de cama conservada también está asociada a restos de chimeneas y numerosos depósitos de cenizas. Hace 58 mil años, el número de chimeneas, ropa de cama y cenizas se incrementó dramáticamente; los arqueólogos creen que esto se debe a una ocupación intensiva. En el artículo, los arqueólogos sostienen que el aumento de la ocupación se corresponde con los cambios demográficos del momento, en Africa; hace 50 mil años, los humanos modernos comenzaron a expandirse fuera de Africa, sustituyendo a los seres humanos arcaicos de Eurasia, incluyendo a los neandertales.

Este descubrimiento se suma a una larga lista de importantes hallazgos en Sibudu en la última década, incluyendo conchas perforadas -utilizadas como cuentas- y puntas de hueso afilado -probablemente utilizadas para la caza.
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La Universidad de Tejas investigará pecios del XVI en aguas de Fisterra


La entidad estadounidense colaborará con la Xunta en las prospecciones
E. Eiroa
 
CEE / LA VOZ
 
9/12/2011

Un lingote de plomo llevado a la superficie mediante un globo.

El Insitute of Nautical Archaeology, organismo dependiente de la Universidad de Tejas, uno de los centros más relevantes del mundo en arqueología subacuática, ha sumado a su lista de pecios a investigar en todo el mundo en el 2012 los restos de la flota de Martín Padilla, que naufragó frente a las costas de Fisterra en 1596.
La universidad norteamericana enviará personal y equipo a la localidad de la Costa da Morte para colaborar con la Xunta, que dirige allí trabajos de prospección desde el año 2006, en la investigación de uno de los mayores yacimientos de buques del siglo XVI que existen en el mundo.
La flota de Padilla fue enviada por Felipe II contra Inglaterra en 1596. La formaban cerca de 175 barcos. El 28 de octubre de ese año un centenar de esas naves fueron sorprendidas por un temporal frente a Fisterra. Unas 25 se fueron a pique, perdiendo la vida 1.706 tripulantes.
Pese a ser uno de los yacimientos más abundantes y mejor conservados del siglo XVI en el mundo, el de Fisterra ha sido poco estudiado. Los buques hundidos, entre ellos cinco galeones, fueron objeto de una campaña de investigación dirigida por el arqueólogo de la Universidad de Zaragoza Manuel Martín Bueno en 1987.
Entonces se sacaron a la superficie numerosos objetos, entre ellos miles de monedas, que se conservan en el Castillo de San Antón, de A Coruña. Hasta el 2006 los pecios no volvieron a ser revisados. Entonces se encargaron nuevas prospecciones desde la Consellería de Cultura, financiadas en parte por el Plan Nacional de Arqueología. Los trabajos los dirigió el arqueólogo gallego Miguel San Claudio.
Numerosos objetos procedentes de los barcos de Padilla fueron sacados a la superficie en los últimos años. Se conservan en el Museo do Mar de Vigo, a la espera de un destino definitivo. Por el momento han sido localizados siete pecios, pero se cuenta con encontrar más.
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