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viernes, 18 de noviembre de 2011

La mayor matanza de especies se debió a erupciones volcánicas



Hace más de 250 millones de años desapareció gran parte de la vida en la Tierra. Las nuevas investigaciones que presenta un equipo de expertos internacionales en la revista "Science" respaldan la tesis de que aquello se debió a la erupción volcánica.

Shu-zhong Shen, del instituto para geología y paleontología en Nanjing (China), y su equipo investigaron las capas de antiguas cenizas volcánicas y concluyeron que el principal detonante de la muerte de especies fue la masiva emisión de dióxido de carbono y metano, presuntamente causada por las erupciones de volcanes en la actual Rusia.

Aquello provocó que el porcentaje de oxígeno en la atmósfera disminuyera notablemente, y ésta pasó a tener grandes cantidades de partículas flotantes con contenido en sulfatos. El clima cambió rápidamente, volviéndose más árido y seco, y se produjeron incendios que destrozaron enormes superficies. La pérdida de bosques ocasionó, a su vez, la erosión de los suelos.

La investigación señala también que esta masiva desaparición de vida en la Tierra tuvo lugar hace exactamente 252,28 millones de años, en los que se perdieron rápidamente gran parte de las especies marinas y terrestres. El período de mortalidad no duró más de 200.000 años, pero la mayoría de especies desaparecieron en el plazo de unos 20.000 años.

A lo largo de la Historia se han producido cinco grandes periodos de desaparición de especies, entre ellos el de hace unos 65 millones de años, que acabó con los dinosaurios. Sin embargo, según las investigaciones realizadas hasta la fecha, el período de hace unos 250 millones de años fue el más devastador.

Para su estudio, los científicos investigaron cenizas de 29 centros volcánicos en distintas regiones del sur de China. Para datar las pruebas utilizaron el método del uranio-plomo, que utiliza como medida la velocidad de transformación radiactiva del uranio en plomo.

Número de identificación del artículo: "Science" doi: 10.1126/science.1213454

DPA
(KC)
Tomado de:
http://www.2001.com.ve/noticias_2001online.asp?registro=172135

Un tesoro único en la Tierra


EL MUSEO ALGORRI DE ZUMAIA MUESTRA DESDE AYER EL FÓSIL MÁS GRANDE DE UN SER VIVO DESCONOCIDO
AINARA LOZANO - Jueves, 17 de Noviembre de 2011
Asier Hilario, Juan Carlos Gutiérrez y Jon Uriguen señalan el hallazgo extraido de los acantilados de Zumaia
(Javi Colmenero)
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  • Asier Hilario, Juan Carlos Gutiérrez y Jon Uriguen señalan el hallazgo extraido de los acantilados de Zumaia
"ZUMAIA es como un lugar religioso para los geólogos". Esta frase la pronunció el exdirector de Astrobiología de la NASA, Bruce Runnegar, en mayo de 2009, tras su visita a los espectaculares acantilados situados entre Zumaia y Deba. Y una vez más, se demuestra que está en lo cierto. Este santuario volvió a ser protagonista ayer, gracias a un misterioso fósil de un ser vivo desconocido que habitó el fondo del océano hace 49 millones de años. El rastro fue hallado por el director científico del Biotopo Deba-Zumaia, Asier Hilario, y el paleontólogo del Instituto de Geociencias del CSIC, Juan Carlos Gutiérrez-Marco, hace siete años, y ha sido extraído de las rocas de la playa de Itzurun y trasladado al centro de interpretación Algorri de Zumaia, para asegurar su conservación, ante el embate de las olas.
Tal y como indicó Hilario en la presentación de ayer, junto a Gutiérrez y el diputado de Turismo, Jon Uriguen, y ante la sala de conferencias de Algorri (abarrotada de vecinos), se trata de una huella de estas características "única en el mundo", debido sobre todo a su enorme tamaño, tres veces más grande de lo registrado hasta ahora. Es por ello que esta joya convierte una vez más en referente mundial a Zumaia.
NUEVA COLECCIÓN DE ICNOFÓSILES
Especies desconocidas
El director científico del Biotopo explicó que las rocas de Zumaia cuentan con dos grandes tipos de fósiles: los habituales y más conocidos, los que representan la parte dura de un animal (la concha o el esqueleto) y los icnofósiles, huellas de la actividad llevada a cabo por animales, bien para desplazarse o bien para crear pequeñas trampas para que caigan otras especies y alimentarse.
En este sentido, y aprovechando el rescate del gran hallazgo, la Diputación presentó ayer la nueva colección de icnofósiles. "Lo más apasionante que tiene la icnopaleontología, en este caso submarina, es que en la mayoría de los casos no se conoce al responsable de la huella. Se trata muchas veces de animales de cuerpos blandos que no tienen un esqueleto o concha y que, por lo tanto, no fosilizan", dijo el geólogo.
"Cualquiera de las capas del afloramiento de Zumaia está absolutamente plagada de huellas (icnofósiles) y esto se conoce desde principios del siglo XX", subrayó Hilario. El icnofósil extraído de los acantilados se denomina Saerichnites abruptus y tiene 1,5 metros de longitud y tres centímetros de anchura. Algunos de los participantes en la presentación aseguraban que recordaba a los rastros de los tentáculos de un pulpo, pero la identidad del culpable del rastro es todo un misterio.
Además de ser la mayor de su clase a nivel mundial, esta huella tiene aún más valor si cabe, porque hasta ahora solo se había encontrado en rocas más antiguas, de unos 400 millones de años y halladas en Canadá. "Fue Juan Carlos quien me la mostró en 2005, yo no la conocía. Seguramente antes lo había visto más gente en la playa, pero hay muy pocos especialistas en icnopaleontología y no le darían mayor importancia. Él en seguida se dio cuenta de su relevancia y fue uno de esos momentos de gloria que te da el mundo científico", indicó Hilario emocionado. Ante un descubrimiento de tal envergadura, decidieron el pasado 2 de noviembre rescatarlo de los acantilados y mostrarlo en el museo zumaiarra, algo que, tal y como subrayó el geólogo, creó sentimientos contrapuestos en él: "Teniendo una vinculación importante con el flysch, tuve una sensación contrapuesta al extraerlo. Sabía que estaba quitando un detalle muy bonito al lugar, pero si no lo hacíamos, desaparecería para siempre".
La nueva colección de icnofósiles que se podrá visitar en Algorri ha sido recopilada por la gente del centro de interpretación a lo largo del último año y con la ayuda del paleontólogo bergarés Jesús Narvaez. De este modo, han conseguido salvar estas piezas de la acción erosiva del mar y de su desaparición. "Solamente cogiendo fósiles de las rocas caídas han conseguido una colección interesante. Pero tenemos que subrayar que está prohibido coger cualquier fósil caído del biotopo protegido. Esto lo han llevado a cabo porque han tenido un premiso del gobierno gestor (Diputación)", advirtió Hilario.
Según explicó Gutiérrez en la charla posterior a la presentación, el enorme icnofósil hallado en Zumaia muestra un conducto que hizo un misterioso organismo sobre un sedimento blando en el fondo del mar. La hipótesis más acertada es que el animal se metió dentro del sedimento y poco a poco fue haciendo pequeños sondeos en ambos lados, para alimentarse.
El profesor hizo hincapié en la importancia que tienen los acantilados de Zumaia en la investigación de los icnofósiles submarinos a nivel internacional. Es por ello que este enamorado de esta sección de la paleontología lleva años viajando por el mundo y descubriendo fósiles espectaculares y uno de los lugares a los que acude con asiduidad es la villa costera. "Es increíble la infinidad de huellas que se pueden descubrir en las rocas del municipio", insistió. Además, comparó los rastros de la nueva colección de Algorri con imágenes que se están tomando en los actuales fondos marinos. "En la actualidad existen este tipo de señales que muestran el comportamiento de un ser vivo en el océano a casi 4.000 metros de profundidad", detalló.
"Zumaia es un museo de huellas de lo que puede ser el fondo oceánico actual, que desconocemos, y que salvo en el caso del hundimiento delTitanic, falta por investigar", concluyó el experto. Algo que indica claramente que este no será el último capítulo que ofrecerá el libro abierto del que puede presumir la villa costera.
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Descubren la cocina real de Kabah, Yucatán


Descubren la cocina real de Kabah, Yucatán
La antigüedad del material arqueológico descubierto corresponde a los años 750 - 950 d.C.

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Organización Editorial Mexicana
16 de noviembre de 2011


El Sol de México en línea

México.- Recientes exploraciones en la Zona Arqueológica de Kabah, en Yucatán, llevaron al descubrimiento de la cocina real de esa antigua ciudad maya de la región Puuc.

Se trata de un espacio donde residió la elite, en el que se encontraron restos arquitectónicos de mampostería y gran cantidad de cerámica, artefactos de piedra, metates y huellas de fogones, cuya antigüedad se calcula en más de mil años.

El hallazgo se registró en el espacio conocido como El Palacio, en el costado norte, cerca de un acceso a lo que fue el área habitacional de la población de mayor rango de Kabah, donde arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) desde el año pasado realizan excavaciones para buscar rastros que permitan determinar las actividades que se realizaban en lo que fue la residencia real.

De acuerdo con los especialistas, la antigüedad del material arqueológico descubierto corresponde a los años 750 - 950 d.C., es decir, al periodo Clásico Tardío, cuando esa ciudad prehispánica alcanzó su mayor desarrollo, aunque hay evidencias de ocupación más temprana, que se remontan hasta el año 300 a.C.

Por la disposición de los objetos encontrados se ha establecido que dentro de la cocina real hubo espacios destinados para diferentes funciones: en dos cuartos se encontraron restos de vasijas de cerámica de hasta 70 cm de diámetro, mientras que en espacios circundantes se ubicaron 20 metates, así como por lo menos dos áreas con restos de fogones.

El descubrimiento fue dado a conocer en un recorrido de prensa por el sitio maya, encabezado por el antropólogo Eduardo López Calzada, delegado del INAH en Yucatán; el arqueólogo José Huchim, director de la Ruta Puuc, y la arqueóloga Lourdes Toscano Hernández, investigadora del Instituto en la entidad, quien dirige el proyecto de investigación en la antigua ciudad de Kabah, vocablo maya que se traduce como "Mano poderosa", que se ubica a 22 kilómetros de la Zona Arqueológica de Uxmal, en la región serrana del Puuc.

Detalló que el área que ocupa la antigua cocina es de 40 metros de longitud por 14 de ancho, donde se localizaron más de 30 mil fragmentos de cerámica, 70 artefactos de piedra para destazar y preparar animales para consumo, entre ellos, manos de metate, percutores, navajillas, cuchillos y raederas; así como vestigios de construcciones de mampostería y materiales perecederos (paja).

Mediante el estudio de los fragmentos de cerámica se ha podido determinar que corresponden a recipientes, como cazuelas, platos, cuencos y vasijas de grandes dimensiones, lo que ha llevado a los arqueólogos a inferir que ahí se preparaban alimentos para mucha gente. 
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