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martes, 1 de noviembre de 2011

Dos milenios de historia bajo el Vicerrectorado de Lugo


Interior del templo de Mitra, 'oculto' bajo un edificio universitario. | Pedro Agrelo
Interior del templo de Mitra, 'oculto' bajo un edificio universitario. | Pedro Agrelo
  • Entre las ruinas aparece un templo de culto a Mitra y una domus del siglo I
  • La casa romana fue expropiada y derribada para levantar la muralla
  • La Xunta aprobó un proyecto de musealización para poner en valor el hallazgo
  • Desde su apertura al público, más de 3.000 personas visitaron el templo
"Más de 2.000 años de historia comprimidos en un solar". Es la frase con la que el arqueólogo Celso Rodríguez define el hallazgo arqueológico descubierto hace 11 años a raíz de la construcción y rehabilitación de la sede administrativa del Vicerrectorado de la Universidad de Santiago en Lugo y su edificio anexo. Las obras y las investigaciones arqueológicas han permitido encontrar una 'domus' romana en la que se construyó el templo de Mitra más occidental del Imperio Romano.
Mitra fue un dios originario de Persia muy difundido por los romanos. Las ceremonias de culto se hacían en lugares subterráneos, de ahí que el 'mitreo' de Lugo esté embutido en el interior de una gran 'domus'. El templo estaría formado por un vestíbulo, una nave central con bancos corridos para la celebración del ritual y una sala anexa para guardar materiales y ropa. La cabecera, pendiente de excavar, contendría un podio donde estaría la escena central, el icono esencial del mitraísmo occidental.
Según la investigación realizada por los arqueólogos, la 'domus' romana dataría del primer cuarto del siglo I y se correspondería con los restos de mayor antigüedad encontrados en la parcela. La musealización aprobada por la Xunta de Galicia, cuyas obras todavía no se han iniciado, prevé recuperar los restos del inmueble que todavía se conservan, así como el recorrido por las diferentes estancias en las que se dividía la casa.
Los investigadores creen que la construcción sufrió diferentes modificaciones, algunas de las cuales no podrán conocerse, ya que parte del hallazgo permanece enterrado bajo el edificio de la Universidad. La domus pertenecería a una clase social alta como la de un centurión, de ahí su amplitud, próxima a los 600 metros cuadrados, especialmente visible a través de la dimensión de muchas de sus estancias y a varias de las ampliaciones que sufrió desde su construcción.

El altar, fundamental en la investigación

El yacimiento, en pleno subsuelo. | P. A.
El yacimiento, en pleno subsuelo. | P. A.
El director del proyecto de recuperación, el arqueólogo Celso Rodríguez, destaca la cuidada geometría en sus proporciones y una depurada técnica constructiva en sus dos plantas. Los cambios en la organización espacial llegaron, previsiblemente, con la creación del templo, uno de los pocos monumentos mitraicos de España que puede ser fechado con fiabilidad como perteneciente al siglo III d.C. y que se mantiene hasta el siglo IV.
La pieza clave de todas las halladas en el templo es el ara o altar de granito, recuperada de la nave, cuyo descubrimiento permitió hacer una nueva interpretación de la introducción del mitraísmo en España. El ara puede verse en la exposición organizada por la Universidad de Santiago en el Vicerrectorado, junto con numerosas piezas exhumadas en la excavación correspondientes a diferentes épocas, como vidrio, metales o monedas.
La estatua de Mitra, labrada en bronce, no ha podido ser conservada íntegramente porque fue reciclada para otros usos. Se conserva, sin embargo, parte de su fisonomía, entre la que pueden verse pequeños trozos de la cara. Más tarde la casa fue expropiada para la construcción de la muralla de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace 11 años. En el año 350, la llegada del cristianismo arrasó el templo de Mitra, momento en el que fue posible recuperar el altar.
Los trabajos militares de construcción de la fortificación y de una calzada romana dieron al traste con parte de la estructura de la 'domus', aunque se han podido recuperar muchas de las paredes sobre las que todavía se conservan, en perfecto estado, pinturas geométricas de la época, en la actualidad tapadas con textiles para evitar su deterioro.
Se conservan las bases de las diferentes estancias del templo. | Pedro Agrelo
Se conservan las bases de las diferentes estancias del templo. | Pedro Agrelo

Restos mortales de la Edad Media

En la Edad Media, conforme avanzaba la ciudad, sobre la 'domus' original se construyó una calzada de cantos rodados. Al iniciarse la edificación de la catedral románica el solar pasa a ser un vertedero y, más tarde, un cementerio. Los trabajos sobre el terreno han recuperado esqueletos de adultos y niños, sobre todo mujeres, todos ellos enterrados en sepulturas sin fondo en las que se ponía el cadáver directamente sobre el terreno.
El estudio de los esqueletos por parte de la Facultad de Medicina de Santiago y de la Universidad de Londres permitió fijar la fecha de su muerte entre los siglos XIII y XIV. "De su estudio sabemos que la esperanza de vida estaba entre los 40 y los 45 años, que la mortandad infantil era elevada o que la peste afectó a muchas mujeres embarazadas", explica Celso Rodríguez.
Con la llegada de la Edad Moderna se abandona el solar como punto de enterramiento, se construye el Pazo de Montenegro, vinculado al Cabildo catedralicio, y la plaza frente a la catedral, que llega hasta la actualidad.
El arqueólogo Celso Rodríguez, director del proyecto, explicando la historia del yacimiento. | P. A.
El arqueólogo Celso Rodríguez, director del proyecto, explicando la historia del yacimiento. | P. A.
Sobre el templo de Mitra se levanta un patio con un pozo de paredes cuadradas en el que más tarde se encontraría orfebrería medieval. Hasta el año 1930 el solar es ocupado por un aserradero. A partir de ahí se le conocen varios usos como una alpargatería y una chocolatería, hasta queen el año 1960 la Universidad compra la parcela. Aún habría que esperar 40 años más para conocer todos los secretos que atesora.
El Vicerrectorado abrió el templo y la exposición al público durante las pasadas fiestas de San Froilán, que se celebran en la capital lucense entre el 4 y el 12 de octubre. Desde entonces ya ha sido visitado por más de 3.000 personas. Una vez finalice la musealización, cuyas obras se pueden prolongar durante varios años según el arqueólogo, la parcela recuperará el esplendor del paso de 2.000 años a través de todas las ruinas que han aparecido bajo tierra.
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